La verdad estaba por demostrarse al abrir la ventana, aquel mundo
desconocido a mi mirada
estaba punto de ser descubierto, un paraíso lleno de
colores, estaban siendo reflejados ante
mi mirada, en la calle de enfrente la
escena de un chico acariciando el vientre de su mujer
embarazada.
La verdad de la vida mostrada a través de una ventana, cortinas que
cambiaban de formas y
colores, mujeres, hombres de todas las clases, de
cualquier condición reunidos en aquel viejo
bazar, donde no se vendían objetos
ni regalos costosos, se vendían recuerdos y sueños.
enamorados, de mágicas ciudades y de coloridos lagos se vendía una esperanza de
un
mundo mejor donde podrías amar sin tener que preocuparte si alcanza el
salario para el día
de mañana.
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